Big Brother g̶o̶o̶g̶l̶e̶ is watching you - 1984

Tercera y última entrada sobre 1984, el libro de George Orwell que relata la manera en la que a través del miedo la sociedad es controlada por unos cuantos con poder, y como gracias a la propaganda que se reparte por diferentes medios y se hace lo que los gobernantes quieren, sin siquiera preguntar.

Aunque 1984 suene como muy lejano, no me resulta para nada complicado comparar lo que se describe en el libro con los días de hoy, que de repente en el libro se lee muy radical, pero en la realidad es así o incluso peor, pero como en el libro, no nos percatamos de lo que está pasando.

Para presentar un ejemplo, definitivamente debo hablar de lo que sucede todos los días en Oceanía (lugar donde sucede el relato), y son los dos minutos de odio; durante este tiempo se presenta propaganda nacionalista, donde los asistentes se apasionan tanto gritan y maldicen a los traidores del líder. Actualmente en las redes sociales, en sitios como este blog, y demás plataformas de comunicación, cualquiera puede expresar su opinión, pero es sabido que los sitios que suscitan mayor interés y que son los más leídos y promocionados por las mismas social media son los oficiales. En estos sitios, a mi modo de ver, diariamente se publican noticias con profunda subjetividad beneficiando generalmente a los gobernantes de turno y dueños de grandes empresas, los dos minutos de odio en la actualidad, no tienen duración.

Sin duda una de las características más importantes y que más se han reproducido en diferentes textos, películas y hasta realities es la del Big Brother, quien a través de las avanzadas tecnologías de la comunicación, logra observarlo todo, todo el tiempo.

En el mismo Google, encontré una imagen que muestra como el nuevo Big Brother es ahora una de las más grandes compañías de planeta; Google.
Y es que en esta era digital, donde todo el mundo está conectado al Internet, donde para hacer casi cualquier diligencia es necesario tener acceso a la red; este es el lugar adecuado para sacar provecho y controlar de alguna manera lo que se hace en el mundo.

Ya sea para instalar el navegador, o crear un correo electrónico, incluso por el hecho de tener un smartphone, estamos aceptando una cantidad increíble de términos y condiciones, que por afán y pereza no leemos, y que sin darnos cuenta concedemos todos los permisos de manejar nuestra información de manera "discreta", pero ya sabemos como funciona la discreción gubernamental.

El poder para evitar el fracaso del poder cambia poco a poco las cosas sin dejar rastro alguno, entonces no importa si en vez de Google en la imagen dice Facebook, o twitter, blogger también, la cosa no cambiaría. Siempre los gobiernos más imponentes logran obtener información que necesitan y ahí están las social media, a las que le concedimos los permisos para manejar nuestra información de manera "discreta". Nos están observando y si hacemos algo que no les guste, quién sabe que será de nosotros.